El chalet que el pintor francés Jean Paul Brusset construyó para su mujer en primera línea de mar
¿Quién fue Jean Paul Brusset?
Jean Paul Brusset (23 de junio de 1909–1985) fue un pintor reconocido internacionalmente con el que se ha descrito como «un fuerte estilo mediterráneo». Nació en Pont du Gard, cerca de Nimes, en la Provenza francesa, Francia.
En 1929, después de completar sus estudios superiores en el colegio de Uzès, Brusset viajó a París donde se matriculó en L’École des Arts Appliqués et des Arts Decoratifs y vendió su primer cuadro, Le Pont d’ Aviñón. Expuso en grandes galerías como el Salon des Tuileries y pronto ganó su primera exposición especial. En el prefacio del catálogo de la exposición, Tristan Bernard lo elogió como «Un buen pintor y un verdadero intérprete de la naturaleza».
Durante los difíciles tiempos económicos de la década de 1930, Brusset sobrevivió como decorador, sobre todo en el Festival de Cannes. En 1938 se casó con Marika Rivera, hija de la pintora cubista emigrada rusa Marie Vorobieff (también conocida como Marevna) y del pintor y muralista cubista mexicano Diego Rivera; y tuvieron juntos un hijo llamado Jean Diego Brusset. El matrimonio duró poco.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial en 1939, Brusset fue llamado a la Marina francesa. En 1942, marchó de Francia para Argel, donde decoró el estudio de la Voz de América. Siguió una exposición en Túnez. En 1945 regresó a París y se restableció con una exposición en 1946. En L’Amateur d’Art, se hacía referencia a su «talento hasta ahora muy ignorado»; y se admiraba como un «verdadero pintor» con un «corazón serio», una «vida interior profunda».
Entre 1948 y 1954, Brusset viajó a Caracas, Venezuela y San Juan, Puerto Rico y pasó un tiempo en Estados Unidos con su exposición Paris de Brusset bajo el patrocinio del agregado cultural de la embajada francesa en Washington, DC . Exposición de sus obras adquiridas por el Museo de Arte Delgado de Nueva Orleans, Brusset fue nombrado Ciudadano de Honor de la ciudad y Coronel de la Guardia de Honor del Lord Gobernador de Luisiana, un honor nunca antes concedido a un extranjero. La exposición visitó entonces muchas ciudades, como Memphis, Dallas, San Francisco, Nueva York, Miami, Montreal y Toronto.
En 1955 Brusset regresó a Francia, donde una exposición de su cerámica presentada en Cannes le valió el premio de la Académie Internationale de la Cerámica de Ginebra. En 1956 colabora con Jean Cocteau a la decoración de la capilla de San Pedro en Villefranche-sur-Mer ; y en 1957 expuso en la Galerie Vendôme de París. Las pinturas fueron compradas posteriormente por el gobierno francés.
La última exposición especial de Brusset fue La Provence du Brusset , organizada por el alcalde de Baux-de-Provence con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Frédéric Mistral en 1980.
Jean Paul Brusset en Les Cases d’Alcanar ( 1960 – 1972 )
En 1960, Brusset se encuentra gravemente enfermo de diabetes y deciden abandonar París y marcharse hacia España. Además, Brusset estaba cansado del esnobismo de los círculos artísticos y de la falsedad que predominaba en su ambiente.
En 1963 firmó un contrato con la galerista Katia Granoff, que tenía una duración de diez años. Katia Granoff le organiza exposiciones en diversas galerías de París y de Cannes. Y casualmente llegan a las Casas de Alcanar, en 1961 o 1962. Se establecen y permanecerán hasta que Jean Paul, después de la muerte de Margaret en 1972, acaba vendiendo su casa y regresa a Francia. La casa la adquirió la familia Colomer, de Sant Cugat del Vallés, que todavía son sus propietarios.
En 1970 expuso en el Museo de Bellas Artes de Málaga. Sobre esta exposición, el Conservador del Museo declaró que se habían batido todos los recuerdos de ingresos del Museo. También expuso en Madrid, en Marbella, en Bilbao, en Palma de Mallorca y a Zaragoza, entre otras ciudades, recibiendo siempre muy buenas críticas.
Un pintor conocido internacionalmente, enamorado en las Casas de Alcanar
Jean Paul Brusset y Margaret Tatum era una pareja consolidada y muy enamorada. Al llegar a las Casas de Alcanar quedaron eclipsados del encanto del pueblo, de la sencillez y calidez de la gente, y la tranquilidad y quietud que se respiraba.
Al principio estuvieron viviendo en un apartamento de alquiler en la calle Lepanto, hasta que años más tarde decidieron comprar un seti ( solar ).
Fue en un reconocido restaurante de las Casas de Alcanar, Casa Esquerra, lugar que la pareja frecuentaba a menudo, donde les facilitaron el contacto de Pepito El Grillero, constructor de Alcanar, el cual había construido la famosa torre en las Casas de Alcanar, Los Álamos, propiedad en ese entonces de los propietarios de la reconocida empresa de cosméticos Laurendor SA.
La construcción se acabó y la pareja ya instalada en la vivienda disfrutaban del entorno; Jean Paul pintaba en su taller en la planta baja de la casa (a día de hoy es vivienda) y Margaret salía a comprar y preparaba la comida.
Margaret amaba el mar, es más, se dice que fue pre seleccionada para unas olimpiadas por el equipo de natación de los Estados Unidos y así se interpretaba ya que solía frecuentar la cala justo delante de la vivienda en la que alternaba baños de sol con largas brazadas en el mar. La cala fue apodada Cala Margarita en honor a Ella.
Continuará…..